Toda
mi vida tuve miedo a crecer, a cargar con la culpa de todos mis actos, a tomar
responsabilidades, a tener obligaciones, a que el mundo duela cada vez más, a
que las cosas sean más crueles, a salir más y más lastimado. Pero llega tiempo
de cambios, llega el tiempo de crecer.
2017.
Mi decimoctavo cumpleaños. No es la gran
cosa para la mayoría de ustedes tal vez. Yo me pasé toda la vida aterrado de
este momento, como si fuera un límite, una línea a cruzar en la que todo cambia,
una línea inevitable para todas las personas. Un miedo a enfrentar. Y en este
momento de mi vida, con mucho miedo, con muchas incertidumbres, si saber que
puede llegar a pasar mañana, tengo tranquilidad, tengo compañía. Tengo un
abrazo a dos bondis de distancia, besos que queman mis labios eternamente, un
lugar seguro, una persona segura, y aunque el mundo se me venga abajo, aunque
me tiren con todo lo que tengan, sé que todo va a estar bien, porque ella me
cuida, ella me acompaña.
Pero
no solamente la tengo a ella, tengo un ejército a mis espaldas. Tengo un cielo
(Sky) que siempre me tranquiliza con sus palabras y siempre está disponible
para que compartamos y nos contemos nuestros mambos. Tengo una loca adicta a la
birra y al fernet que no para de llenarme el corazón de amor, que me llena de
risa con cada mensaje que me manda. Tengo un grupo de amigos increíble que me
alegran mis principios de semana; una comida de por medio, música y muchas
risas que no me pueden faltar. Una hermana de alma que desde el primer momento
que la vi me enamoré de ella, que aunque ahora esté un poco lejos nos tenemos
en el corazón mutuamente. Una Rachel para mi Kurt interior que cada día se hace querer más y más. Una pendeja que aunque siempre sea por Whatsapp,
nunca deja de estar presente en mi vida, aunque yo no tanto en la suya. Un/a
sobrinx en camino que me va a llenar el corazón con más amor del que ya tengo.
No me alcanzan las palabras para nombrar a toda la gente que me acompaña. Y los
amo con el alma. A todos y cada uno de ustedes.
Quiero
que sepan, que si el mundo se termina derrumbando, y yo no puedo sostener los
ladrillos que caen, les advierto, soy una persona rara, sí, pero no soy mala
persona, y si quieren hablar de mí, hablen, que mis oídos solo escuchan a esas
personas que me quieren.
Tiempo
de cambios, tiempo de crecer, tiempo de amar. Tiempo…
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